LA LUNA PURIFICA
Al llegar la Luna
respiramos con profundidad.
Ella es la que permite
sanación y purificación.
Algunos tienen fama
de actuar como “lunáticos”;
porque vienen y van,
si influenciados están.
La Luna es el satélite
de nuestro planeta Tierra.
Convivimos en armonía
cuando ella se presenta.
No es que se marche
de viaje por el cosmos.
Se mantiene girando
siempre junto a nosotros.
Pero varía según la luz del Sol.
La vemos entera, si le llega.
No es visible, si no la baña.
Existe menguante o creciente.
Dicen que poderes psíquicos
concede a los humanos.
Los chamanes y las brujas
los reciben y utilizan.
¿Quién no se ha extasiado
al contemplar una Luna llena?
Ilumina el entorno,
y su magia impregna todo.
Está unida a las emociones
ya que las aguas mueve.
Se percibe su embrujo
al verla redonda y plena.
Nosotros cada día
la buscamos en los cielos.
Cuando en el agua ella se mira
diamantes refulgentes destella.
Su número es el 9
el poder del tiempo,
del destino, y
de los ciclos de la vida.
Su color rojo
de iniciadora,
lo muestra en el horizonte
si al anochecer redonda asoma.
La acción es Purificar.
Ayuda a soltar
esas emociones
que no sabemos superar.
El poder es el Agua Universal.
Es la gran limpiadora
de los problemas enquistados
en el interior de los corazones.
Su esencia es el Flujo.
Cuando ya estamos puros
fluimos por la vida,
con un sentimiento profundo.
En los Arquetipos Galácticos
la Luna Roja
es la Sanadora, también llamada
«La Sacerdotisa de la Luna».
Nos dice: soy líquida
y fluyo,
de acuerdo con
las fases de la Luna.
Soy la reina
del agua que nutre la vida.
Soy la lluvia
y la corriente que fluye.
Estoy coronada
por el esplendor que restaura
las hojas y raíces,
las semillas y las flores.
Conocerme a mí
y a mis poderes infinitos de sanación,
es dejar a un lado toda duda
y entrar en la corriente de los fieles.
La Sanadora
ejemplifica la curación,
cómo la fuente
del amor.
Es la guardiana
del Agua Universal
que nutre y sostiene
a todos los seres.
La Luna posee
un gran poder
sobre los seres vivientes
que en la Tierra permanecen.
Cada vez que la Luna
se nos presente llena,
han pasado 28 días
y otra cuenta comienza.
Al ser 13 lunaciones
en el año de 365 días,
el Sincronario de 13 Lunas
con ellas se armoniza.
Si además se sincronizan
con el Haab y el Tzolkin,
tenemos un orden especial
de dimensión superior.
Se llama “Orden Sincrónico”
y nos enseña a vivir
en órdenes de simultaneidad
con el Nuevo Tiempo Galáctico.
Recordemos que la Luna
nos afecta en nuestros actos.
Mucho cuidado tendremos
y con ella nos alinearemos.
María Teresa Rodríguez Cabrera
4-9-2013
hermoso y explicativo poema ,me encanto